Las angostas calles de Potosí |
Potosí (Leo Destéfano).- Los bolivianos fueron buenos
anfitriones en la sede Potosí de estos Juegos Trasandinos. La delegación
salteña se sintió como en casa.
Si bien hubo algunos inconvenientes menores de
organización o de coordinación, en la sede Potosí siempre se preocuparon por
solucionarlos. Los chicos salteños tuvieron una buena estadía y sólo resta
agradecer por la hospitalidad recibida.
Antigua
y colonial
Potosí es una ciudad antigua y
colonial, enclavada al pie del cerro Rico. Desde cualquier punto se puede
divisar esta famosa montaña, que supo ser la mina de plata más grande del
mundo.
Calles angostas, que suben y bajan son
lo que más llama la atención. El tránsito se convierte en caos por la gran
cantidad de minibuses y taxis. El centro explota durante el día porque las
veredas también están ocupadas con ventas de comida, ropa, fruta. El potosino
empieza a trabajar con la primera luz del día, a eso de las seis. Y sólo vuelve
a su casa cuando oscurece, a las 8 de la noche.
En los días de estadía en Potosí, el
clima nos trató bien. De día, sol a plena y agradables temperaturas otoñales
con 20 grados de promedio. Pero de noche, el termómetro baja considerablemente
y hay que abrigarse. Después de las 10 de la noche la temperatura desciende a 1
grado.
Las iglesias de estilo barroco, la
catedral de estilo gótico y las elegantes mansiones hoy convertidas en museos,
conforman un bonito paisaje que mantienen vivo el recuerdo de la época
española.
La Casa de la Moneda, construida entre
1757 y 1773 y que conserva importantes archivos coloniales, constituye uno de
los edificios civiles más destacados de América Latina. Hoy convertido en museo
es cita obligada para los turistas.
Y el Mercado Central nos ofrece todo
tipo de productos. Allí se concentra el comercio de la ciudad, donde los
potosinos buscan las comidas típicas y compran desde alimentos hasta
indumentaria.
Venta de coca en el Mercado Central |
La Casa de la Moneda |
Curiosidades
de Potosí
En España se utiliza la expresión “Te
quiero un Potosí” para expresar un amor muy grande o evidenciar lo valioso del
mismo. Esta expresión proviene de la valoración de la ciudad de Potosí al ser
fuente de riquezas para la Corona Española en tiempos de los Virreinatos.
La ciudad de Potosí y su riqueza tuvo
tanta influencia que incluso su nombre fue usado en otros lugares del mundo,
como la ciudad de San Luis Potosí en México o la ciudad de Potosi en el estado
de Misuri, en Estados Unidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario